En las bodas de oro de los padres de nuestra fundadora se vivió un frenesí de emociones. Alegría, orgullo y desesperación.

 ¿Por qué desesperación?

Porque al momento de planear tan memorable evento se tuvo que visitar más de 13 tiendas distintas cada semana para ultimar los detalles y hacer de esta unión una experiencia mágica e inolvidable.

Después de las vueltas, el cansancio y la poca paciencia que dejó planear esta ceremonia, nuestra fundadora se dio cuenta de una necesidad en la ciudad. Una tienda en la que puedas encontrar todos los artículos necesarios para tu ceremonia.

Ropa para los mas pequeños en sus bautizos, accesorios para los más grandes en su primera comunión o inclusive vestidos para las quinceañeras y damas.

Todo esto sumado a una experiencia única de compras, en la cual ni los giros ni el cansancio y mucho menos la desesperación borren la ilusión y el gozo de estos bellos y únicos momentos.